El estrés y la ansiedad durante las oposiciones están muy presentes; es un proceso de selección muy exigente que requiere de una gran preparación y dedicación. Todo ello puede afectar al rendimiento y bienestar del opositor. Por eso, desde la Academia de Oposiciones Málaga Pirandello Formación queremos ofrecerte algunos consejos si estás sufriendo estrés y ansiedad durante las oposiciones.
Consejos para controlar el estrés y la ansiedad durante las oposiciones
El estrés y la ansiedad son reacciones normales ante situaciones que percibimos como amenazantes o desafiantes. El estrés nos ayuda a movilizar nuestros recursos y a adaptarnos al entorno, mientras que la ansiedad nos alerta de posibles peligros y nos prepara para actuar. Sin embargo, cuando el estrés y la ansiedad son excesivos o prolongados, pueden tener consecuencias negativas para nuestra salud física y mental, como insomnio, fatiga, irritabilidad, dificultad para concentrarse, miedo, inseguridad, etc.
Para evitar que el estrés y la ansiedad nos superen durante las oposiciones, es importante seguir una serie de pautas que nos ayuden a gestionar nuestras emociones y a mantener un equilibrio entre el estudio y el descanso. Algunas de estas pautas son:
1. Planificar el estudio
La importancia de tener un plan de estudio bien estructurado que se adapte a nuestras necesidades y objetivos individuales es fundamental, y este plan debe ser tanto realista como flexible para permitir ajustes según sea necesario. Un plan de estudio debería incluir la definición clara de los contenidos que debemos repasar, los tiempos específicos de estudio y los períodos de descanso. Con esta estructura, podemos organizar de manera óptima nuestro tiempo, evitar el problema comunes en la oposiciones.
2. Estudiar con técnicas adecuadas
Es crucial utilizar técnicas de estudio efectivas que faciliten la comprensión, el recuerdo y la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos. Entre estas técnicas se encuentran la elaboración de resúmenes concisos, la creación de esquemas y mapas conceptuales claros, la formulación de preguntas tipo test, entre otros. Además, se debe repasar con frecuencia lo estudiado para consolidar la información y realizar simulacros de examen con regularidad para evaluar nuestro nivel de comprensión y familiarizarnos con el formato de las pruebas.
3. Cuidar la alimentación
La alimentación juega un papel crucial en nuestro estado de ánimo y en nuestra capacidad cognitiva. Por lo tanto, es recomendable seguir una dieta equilibrada y variada, rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, pescado azul, entre otros alimentos saludables. También, es de vital importancia mantenerse bien hidratado y limitar el consumo excesivo de sustancias estimulantes como la cafeína, así como evitar el alcohol o el tabaco.
4. Hacer ejercicio físico
Practicar ejercicio físico regularmente nos ayuda a liberar tensiones, a mejorar nuestro estado de ánimo y a incrementar nuestra autoestima. Además, el ejercicio físico favorece la oxigenación del cerebro, lo que mejora nuestra memoria y concentración. Se recomienda realizar al menos 30 minutos de ejercicio moderado cada día, preferiblemente al aire libre y en compañía, ya que esto puede mejorar aún más nuestro bienestar general.
5. Practicar técnicas de relajación
La utilización de técnicas de relajación puede ser una herramienta valiosa para reducir el estrés y la ansiedad, al disminuir la activación fisiológica y promover el bienestar emocional. Algunas de estas técnicas son la respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva, el mindfulness, la meditación, el yoga, etc. Se recomienda incorporar estas prácticas en nuestra rutina diaria, dedicando unos 15 o 20 minutos a practicarlas en un lugar tranquilo y cómodo.
6. Apoyarse en los demás
Contar con el apoyo emocional de familiares, amigos o compañeros de estudio es crucial para afrontar los retos académicos con mayor confianza y motivación. Los demás pueden darnos consejos útiles, comprensión, ánimo o incluso distracciones necesarias cuando nos encontramos abrumados. También podemos compartir nuestras dudas, preocupaciones o logros con ellos, lo cual puede hacernos sentir menos solos en este proceso.
7. Buscar ayuda profesional
Si el estrés y la ansiedad nos impiden estudiar adecuadamente o comienzan a afectar nuestra salud o calidad de vida, es fundamental buscar la ayuda de un profesional de la psicología. Este puede proporcionar orientación, estrategias de manejo del estrés y un plan de tratamiento personalizado para mejorar nuestra capacidad de manejar las demandas del estudio.
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